¡Oh musa mía! ¿Recuerdas aquella vez cuando cruzamos una sonrisa? dos almas se saludaron deprisa recordando viejo viejos momentos de pasadas vidas.
Una calurosa bienvenida, un abrazo y un te quiero se reflejaron en tu alma a través de tus ojos, dándome el permiso de abordar tu vida. Sin prejuicios ni pretextos nos adentramos en esta bella travesía.
RAGU